La vida es rápida: implacablemente rápida. Ve a la escuela, obtén un título y consigue un trabajo. Esa es la fórmula típica. ¿Y si pudieras cambiar la fórmula? Hacer un año sabático para viajar no significa escapar de la realidad, sino crear una realidad propia. Por qué un año sabático te cambiará la vida:
1. Aventura
La mayoría de la gente está desesperada por crecer y saltar de la aventura a la estabilidad. No hay mejor momento para vivir aventuras que cuando se es joven, sano y capaz. Si no tiene hipoteca, una relación estable o hijos, sus prioridades deben ser los viajes y la aventura.
2. Libertad
Hay pocas ocasiones en la vida en las que tenemos la oportunidad de ser verdaderamente libres. Las vacaciones escolares de verano son un ejemplo de ello. Antes de entrar en el mundo de la edad adulta, tienes la oportunidad de ser libre. Una vez que se entra en el mercado laboral o se forma una familia, no es imposible, pero sí más difícil.
3. Evalúe su vida
Cuando salimos de la escuela, la mayoría de nosotros no sabemos qué queremos hacer después. Seguimos el siguiente paso lógico, que suele ser la universidad. La vida universitaria es cara y muchos estudiantes están insatisfechos. La tasa de los llamados «abandonos» es alta. Es fundamental tomarse un tiempo para reevaluar lo que se quiere hacer a continuación sin lanzarse a ello sin más. Puede que descubras que quieres trabajar con animales salvajes, o ser nutricionista, o mudarte al extranjero y montar tu propio negocio.
4. Abre tu mente
Una de las ventajas de un año sabático es la oportunidad de abrir la mente. Conocerás gente nueva, verás lugares nuevos y descubrirás nuevas formas de hacer las cosas. Ver de primera mano cómo viven los demás aporta a una persona una experiencia real del mundo; los empresarios te valorarán.
5. Te sentirás renovado
Si decides pasar directamente del bachillerato a la vida universitaria, es posible que te sientas agotado. Un año fuera dedicado a viajar, hacer voluntariado o recorrer todos los destinos de tus sueños puede renovarte para el próximo año de estudios.
6. Establecimiento de prioridades
No hay duda, viajar te cambia. Te hace apreciar más tu hogar. Te ayuda a entenderte a ti mismo. Amplía tu mente cuando se trata de otras personas y lugares. Viajar puede cambiar tus prioridades. Si puedes viajar por el mundo, puedes con todo, incluidos los altibajos de la vida universitaria.
7. Confianza
Un año sabático aumenta la confianza. Navegar por ciudades nuevas y extrañas, comunicarte con los demás en su lengua materna y degustar platos extranjeros aumentará tu autoestima y te convertirá en un personaje más completo.
8. Intereses
Cuando viajas, puedes aportar mucho más. Podrás hablar de los lugares en los que has estado, de lo que has visto y, en general, te convertirás en una persona más interesante.
9. Creatividad
El tiempo que pases fuera puede influir en tu titulación. Si eres artista, quizá te inspiren las obras de arte exótico. Si eres músico, puede que hayas aprendido tocando con grupos extranjeros. Si eres actriz, quizá comprendas mejor la condición humana. Si eres abogado, puede que conozcas mejor los derechos humanos.
10. Te divertirás
Quizá lo más importante de todo sea que disfrutará. La vida es corta y merece la pena vivirla al máximo.
Por Kayleigh Parker
