¿Por qué viaja la gente por el mundo? ¿De verdad es sólo el gusanillo de viajar?
«Nunca he tenido que esperar un taxi en un aeropuerto», dice Hennessy. Originalmente, nuestro vuelo 772 de Sunwing debía aterrizar en Ciudad de Panamá, pero con la apertura del nuevo aeropuerto de Río Hato a principios de agosto, aterrizamos en Playa Blanca. Fue un pequeño inconveniente. Sólo intento viajar por el mundo.
Nos conocimos hace unos minutos mientras esperábamos un taxi. La mujer de pelo rubio y ojos azules se dirigía a Ciudad de Panamá, pero antes necesitaba llegar a una parada de autobús en taxi. Iba a Rancho Los Toros en San Carlos.
Viajó de mochilera por Sudamérica, Europa y África. Me sentí como un viajero novato.
Estoy escuchando a los hombres de la tribu Ngobe Buglé tocar el acordeón fuera de mi habitación mientras pienso en estas cuestiones en este país centroamericano.
Los viajeros viven fuera de la norma. Evitan las estresantes vidas laborales que asolan a los trabajadores norteamericanos y europeos. Evitan los complejos con todo incluido, se quedan en la ciudad y pasean por la acera mientras respiran la cultura del entorno y van al supermercado local a hacerse la comida. Fotografían, toman clases de salsa, hacen voluntariado, aprenden/enseñan idiomas, salen de fiesta, bucean, surfean, hacen snowboard, van de excursión, ven un partido de fútbol, son aniquilados por los mosquitos, salvan animales en peligro de extinción, se enamoran, les rompen el corazón y viven.
Lo inesperado es emocionante. Esa emoción la viven a diario los nómadas que viajan por el mundo. La rutina de trabajar cinco días a la semana, ir al gimnasio y luego ir a la playa o al patio a tomar algo los fines de semana es rutinaria, sosa y normal. Si eres feliz con una vida normal, está bien, pero sólo tendrás una felicidad normal.
No esperamos a que la vida nos envíe una tarjeta regalo sin caducidad, salimos a vivir.
¿La vida consiste realmente en trabajar a jornada completa hasta la jubilación? No lo creo. Tenemos que vivir ahora en lugar de vivir durante la jubilación.
Aproximadamente, una persona media emplea su tiempo de la siguiente manera:
⅓ Dormir
⅓ Trabajar, ir al colegio, hacer recados, tareas domésticas, estar enfermo (por ejemplo, ir al trabajo, hacer la compra, lavarse los dientes).
Ahora tienes un tercio para vivir realmente tu vida, soportando que los obstáculos no se interpongan en tu camino. Tenemos que aprovechar al máximo el tiempo libre que tenemos o hacer más tiempo libre. Los viajeros se dan cuenta de que sólo tenemos un tiempo limitado en este planeta; salen y viven la vida experimentando lo que la Tierra tiene que ofrecer, no sólo el barrio. Quieres ver, tocar, oler, saborear, oír y sentir el mundo.
Me encanta escuchar una gran historia. Esto me recuerda a las historias que escuchaba sentado alrededor de la hoguera con unos amigos en Canadá. Esta es una de las razones por las que la gente viaja por el mundo: los viajeros vienen con más historias. Muchas de las cuales nunca se escribirán, sólo se contarán. Escribo sobre mis experiencias de viaje, pero algunas de las mejores me las tengo que llevar a la tumba.
Ross trabaja en el Rancho Los Toros y posee algunos condominios en Ciudad de Panamá. Está semiretirado y se graduó en la Universidad Estatal de Oklahoma (Go Cowboys).
Ross me contó que durante la estación seca las vacas del vecino entraban en el rancho y se comían todo lo que parecía comestible. La hierba es principalmente marrón durante la estación seca. Una noche las vacas entraron en el rancho y se comieron el maíz. Ross se olvidó de poner un guardia contra la valla. «Cabrones», dijo. «Una noche subieron a casa de Brian y Rebecca y se comieron todo el jabón lavavajillas que quedaba fuera. Brian miró por la mirilla y vio una vaca que le devolvía la mirada. Tuvo que espantar a las vacas». ¡Ya echo de menos las historias de Ross!
Los viajeros disfrutan más de la vida. Pasan por alto los aspectos negativos de las sociedades, se forjan sus propias opiniones en lugar de las de sus compañeros o los medios de comunicación, y los riesgos que asumen para viajar por el mundo son más gratificantes que quedarse en casa.
Formar una familia es todo un reto y no es para todo el mundo. Admiro a la gente que trabaja (ojalá menos que más) por su familia. Muchos viajeros posponen tener hijos por motivos económicos y de gestión del tiempo. Estadísticamente (
CNN
), en Estados Unidos cuesta unos 250.000 dólares criar a un niño hasta los 18 años. Los niños tienen que ir a la escuela de 8 a 10 meses al año; los viajes con niños tendrán que hacerse en vacaciones y durante sus vacaciones. Tener un trabajo estacional, dirigir una pequeña empresa o trabajar desde casa sería beneficioso en situaciones como ésta.
Los viajeros escriben y bloguean mucho como autónomos para ganarse la vida. Trabajar como desarrollador o diseñador gráfico a distancia está de moda. Puede que no te hagas rico con esto, pero podrás viajar más.
No hay forma de escapar del trabajo. Necesitas ingresos, pero orientados a la vida en vez de a la carrera. Intenta que todo ocurra ahora y no dentro de diez años. No sabes si tendrás una enfermedad terminal o te atropellará un conductor borracho. Por eso la gente viaja por el mundo, ahora y a menudo, para vivir el ahora y no el mañana.
Con todo lo que el mundo puede ofrecer, ¿por qué vivirlo sólo desde un lugar?
Hola Parceros,
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