Fui a San José de Costa Rica en diciembre. La temperatura era acogedora; ni fría ni caliente, sino más bien templada.
El día de Navidad viajé en un autobús turístico a más de 1.000 metros de altura en la provincia de Alajuela. Me dirigía hacia el Parque Nacional Volcán Poás. El volcán se eleva unos 2700 m sobre el nivel del mar.
Uno pensaría que el parque estaría vacío el 25 de diciembre; maldita sea, me equivoqué. Cuando llegué, había ticos y turistas inundando el parque para ver este estratovolcán (volcán construido por muchas capas).
El clima era fresco y ventoso a esta altitud. Algunas de las personas no acostumbradas a climas fríos estaban un poco molestas. El clima no sería gran cosa en unos minutos, ya que tuvimos que caminar por un sendero de unos 800 m para ver el volcán. Este paseo te calienta definitivamente y la temperatura ya no te molestará.
Cuando llegué a la cima del volcán Poás, me quedé maravillado ante este cráter creado por la naturaleza. Estás más o menos al nivel de las nubes. El viaje y la caminata valieron la pena.