Mario y yo estábamos más que contentos de abandonar la mazmorra del Hostal Los Rosales por un día. Viajábamos al Parque Nacional Tayrona para pasar el día.
Dos latinas del hostal y nosotras tomamos un servicio de taxi no registrado desde nuestro hostal en Barranquilla hasta Santa Marta. A 45.000 COP cada uno, el precio no estaba tan mal teniendo en cuenta que el transporte comercial estaba cerrado durante el carnaval.
Nos bajamos en Santa Marta. El taxi partió para dejar a las latinas en Taganga, lo que tardó otros 20 minutos.
Mario y yo paseamos durante una hora por Santa Marta. La ciudad era tranquila y limpia en comparación con Barranquilla. La bahía de Santa Marta estaba abrasada por el sol. Tenías que esconderte en la sombra si querías conservar tu piel.
Nos dirigimos a la terminal de autobuses, que en realidad no era una terminal, y pagamos 7.000 COP cada uno para que nos dejaran en el Parque Nacional Tayrona.
El Parque Nacional Tayrona tenía un precio de entrada de 38.000 COP, caro teniendo en cuenta que no entramos con coche. Además, pagamos otros 3.000 COP para coger una furgoneta cubo hasta la entrada del sendero. Pero los 3.000 COP valieron la pena porque nos llevó unos 5 km ligeramente cuesta arriba y nos ahorró tiempo.
El parque estaba por encima del nivel del mar y nosotros intentábamos bajar a la playa. Mario y yo tuvimos que tomar el sendero que serpenteaba, subiendo y bajando. A veces caminábamos por senderos artificiales, pero la mayor parte del tiempo lo hacíamos por la tierra del bosque o entre grandes peñascos de roca. Las sandalias que llevábamos hacían que el terreno fuera más difícil.
El sudor no paraba de gotear de mi cara. Mi cuerpo apenas sudaba, mantener fresco mi cerebro era más importante.
Algunos chicos del sendero no pudieron soportar la humedad de la costa caribeña y caminaron sin camiseta. Otros excursionistas tuvieron dificultades para avanzar. Llevaban pertenencias para pasar la noche, como tiendas de campaña, ropa de recambio y jarras de cuatro litros de agua. Vi a un imbécil traer una maleta grande – senderismo suicida.
Normalmente se tardan 90 minutos en completar el sendero, pero creo que nosotros lo hicimos en una hora. Sólo llevar una mochila ayudaba.